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Osvaldo Rosembach

viernes, 26 de noviembre de 2010

Octubre Pilagá: La masacre de Perón


A mediados de 1947, cuando Juan Domingo Perón atravesaba su segundo año de gobierno, en el monte formoseño se orquestaba una masacre. La comunidad aborigen Pilagá, que se resistió a alojarse en las famosas reducciones, comenzó a preocupar a las autoridades, que no soportaron sus manifestaciones culturales y religiosas y que temían un alzamiento indígena. El 10 de octubre comenzó la tragedia de un pueblo pacífico que fue diezmado a fuerza de balas, persecución, violaciones y trabajo esclavo. Un documental llega para relatar esta tragedia silenciada por la historia argentina.

Desde hacía más de medio siglo en el norte argentino funcionaba el régimen de colonias aborígenes (conocidas por entonces como “reducciones”). Estas colonias eran fundamentales para el sistema de control de la población originaria sobreviviente del genocidio iniciado 400 años antes por los conquistadores españoles. Eran una versión renovada de las antiguas reducciones religiosas y concentraban a miles de personas de distintos pueblos que el Estado argentino sometía al trabajo esclavo para satisfacer las necesidades de los ingenios, algodonales y obrajes.

El Ministerio del Interior era el organismo de gobierno encargado de velar por el buen funcionamiento del régimen de colonias. La policía y la Gendarmería Nacional tenían a su cargo el disciplinamiento y la represión. Las industrias pagaban al Estado una suma establecida por ley a cambio de la obtención de obreros y obreras. Estos fondos eran administrados por el Ministerio del Interior.

En 1947, los Pilagá, que habían sobrevivido pacíficamente a sucesivas campañas de exterminio estaban siendo desplazados a tierras áridas o inundables. Aislados, y con su territorio reducido, no tenían otra salida que buscar trabajo en las industrias. El país más justo que proclamaba el aparato estatal no le llegó a esta comunidad aborigen.

En octubre de 1947, en La Bomba, un paraje cercano a Las Lomitas, en la provincia de Formosa, unos 2.000 pilagá se habían reunido para recibir de boca de su carismático líder la noticia sobre un Nuevo Dios escrito en un libro que ellos desconocían: La Biblia.

Las danzas y los tambores se mezclaron con los himnos bíblicos y resonaron durante varias noches. En el regimiento 18 de Gendarmería, distante a sólo un kilómetro del paraje, comenzó a gestarse la represión planificada y ordenada por el Estado.

La indisciplina tenía que cesar, la gente debía ser encerrada en un espacio controlado para ser enviada a trabajar. La prensa comenzó a mostrar a los pilagá como peligrosos y se agitó el fantasma de posibles malones sobre las poblaciones blancas. Desde Buenos Aires le temían a un “alzamiento”. Aquella expresión de libertad cultural y religiosa debía terminar. Ante la negativa a ser trasladados a las reducciones, el escarmiento no tardó en llegar.

LA MASACRE
El 10 de octubre, al caer la tarde, la Gendarmería Nacional apuntó sus armas contra la multitudinaria reunión, fusilando a cientos de personas.

De acuerdo a los testimonios de sobrevivientes, la matanza se extendió durante varios días. Después de los fusilamientos iniciales, se iniciaron las persecuciones de testigos a través de los montes. Varias mujeres fueron violadas y hubo más fusilamientos en comunidades cercanas.

Muchos niños murieron por las heridas de bala. Muchos ancianos fallecieron vencidos por el cansancio y la sed, acorralados por las tropas que controlaban el acceso a los arroyos. Muchos cadáveres no pudieron ser sepultados y permanecen desaparecidos.

Finalmente los sobrevivientes acabaron capturados y encerrados en las reducciones. Según informes oficiales muchos de ellos padecían al poco tiempo subalimentación y “hambre aguda”.

600 pilagá murieron en los eventos desencadenados el 10 de octubre de 1947.

EL SILENCIO DE LA HISTORIA
Durante más de 60 años el pueblo Pilagá no tuvo oportunidad de contar lo sucedido, el terror fue sembrado con éxito, y también la mentira. Algunos historiadores, antropólogos y medios de comunicación, hicieron su aporte para cubrir estos crímenes con un manto de silencio. Sin embargo la memoria de los sobrevivientes permaneció en espera de ser escuchada.

En el año 2006 la masacre de La Bomba dió lugar a una demanda contra el Estado Nacional de características inéditas en el derecho argentino, fundada en los principios jurídicos de la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad. El juez federal Mario Bruno Quinteros ordenó que un forense trabaje en la búsqueda de restos humanos.

OCTUBRE PILAGÁ
“No tenemos libros sobre la masacre. La gendarmería los debe tener”, asegura un sobreviviente pilagá ante las cámaras de la directora Valeria Mapelman. “Octubre Pilagá, relatos sobre el silencio”, se acaba de estrenar a sala llena y entradas agotadas en el Festival de Cine Independiente de Buenos Aires.

El documental que narra la tragedia de los Pilagá revela hechos deliberadamente ocultos, sin ser una película sobre el pasado, sino un vehículo para entender el presente. Está hecha con retazos de memorias personales que dan cuenta de una historia que urge conocer y asumir: la del genocidio de los pueblos originarios de la Argentina.

“Hacer la película fue un proceso doloroso y largo, que nos enriqueció a todos. Hay mucho para contar en Argentina, tenemos que tratar de escuchar a los ancianos. Hay cosas que no están en los libros. En la voz de los más viejos está la historia oculta de nuestra nación” asegura Mapelman.

martes, 16 de noviembre de 2010

Condena histórica: sentencia de 20 a 8 años de prisión por la Subzona 14


El Tribunal Oral Federal de Santa Rosa condenó esta tarde a los ocho ex policías y a un ex militar con penas de entre 8 años y 20 años de prisión por haber cometidos delitos de lesa humanidad en La Pampa durante la última dictadura militar. Seguirán detenidos en la Unidad Penal 4 de Santa Rosa.

El fallo se comenzó a leer a las 17, en la voz del presidente del TOF, José Triputti. La sala del Colegio de Abogados de La Pampa estuvo repleta. Al final, hubo aplausos y cánticos.

Los fundamentos de la sentencia serán leídos en los próximos días, manifestaron los jueces.

El proceso, que el tribunal llevó a cabo desde el 2 de agosto en la sede del Colegio de Abogados de La Pampa, fue por hechos cometidos en la Subzona 14, con jurisdicción en La Pampa, durante la última dictadura militar.

Más de 150 personas desfilaron por este juicio, donde víctimas y testigos fueron desnudando con testimonios desgarradores cómo se implementó en La Pampa este plan sistemático de secuestro, detención y tortura durante la última dictadura militar., Allí se escucharon los testimonios de torturas que sufrieron detenidos en centros clandestinos que funcionaron en La Pampa, donde no faltaron las vendas, esposas, los golpes, sesiones con picanas eléctricas en los órganos genitales, senos y lengua, y también abusos sexuales.

La sentencia

Las condenas, por unanimidad, fueron las siguientes:

-Néstor Omar Greppi (ex capitán, nacido el día 9 de enero de 1943 en la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires. En 1976 era oficial encargado de Inteligencia del Destacamento Militar 101, sede de Subzona, aunque cumplía oficialmente con el rol de secretario general de la Gobernación): condenado a 20 años e inhabilitación perpetua por privación ilegal de la libertad agravada en 4 hechos (uno agravado doblemente por una duración mayor de 30 días) y 2 hechos de tormentos físicos y psíquicos agravados por resultar víctimas perseguidos políticos.

-Roberto Esteban Constantino (ex inspector mayor, nacido el día 6 de abril de 1929 en la localidad de Toay. Jefe del Grupo de Tareas de la Subzona 14): condenado a 20 años de prisión e inhabilitación perpetua por privación ilegal agravada por uso de violencia y amenaza por 18 hechos (de los 7 doblemente agravados por una duración mayor de 30 días), y aplicación de tormentos físicos en 6 hechos.

-Omar Aguilera (ex comisario mayor, nacido el 9 de junio de 1936 en Santa Isabel, provincia de La Pampa. Fue jefe de Operaciones): condenado a 20 años, por privación ilegal agravada en 18 hechos con uso de violencia y amenazas (de los cuales 8 son agravados por una duración mayor de 30 días) y siete hechos de aplicación tormentos psíquicos y físicos (agravados por ser las víctimas perseguidos políticos).

-Roberto Fiorucci (ex subcomisario en la dictadura, fue jefe de Informaciones. Nació el 17 de abril de 1939 en la localidad de La Gloria): condenado a 20 años por los delitos de privación ilegal agravada en 24 hechos con uso de violencia y amenazadas (12 hechos agravados doblemente por la duración mayor a 30 días de la detención ilegal) y 13 hechos de aplicación de tormentos.

-Athos Reta (ex oficial auxiliar, era integrante del Grupo de Información y Tareas. Nació el 23 de agosto de 1936 en Santa Isabel): condenado a 12 años de prisión por 12 casos de privación ilegal de la libertad agravados por el uso de violencia y amenzas (5 de los casos doblemente agravados) y 6 casos de tormentos físicos y síquicos.

-Oscar Yorio (ex oficial ayudante y secretario de Luis Baraldini en la Jefatura de Policía, era integrante del Grupo de Información y Tareas. Nació el 15 de marzo de 1945 en la localidad de Uriburu): recibió la pena de 12 años de prisión por 9 casos de privación ilegal de la libertad (2 casos doblemente agravados por ser mayores a un mes) y 6 casos de tormentos.

-Néstor Bonifacio Cenizo (ex oficial subayudante, fue integrante del Grupo de Información y Tareas. Nació el día 11 de marzo de 1955 en Santa Rosa): condenado a 14 años de prisión por 23 casos de detención ilegal agravada por el uso de violencia y amenazas (12 de los cuales son doblemente agravados por ser mayores a un mes), y 9 casos de tormentos.

-Carlos Reinhart (se retiró como comisario mayor. Nació el 7 de junio de 1950 en Santa Rosa): recibió la pena de 20 años de prisión por 23 hechos de privación ilegal agravada por el uso de violencia y amenazas (de los cuales 11 casos fueron doblemente agravados por una duracion mayor a un mes) y 10 casos de aplicación de tormentos psíquicos y físicos.

-Hugo Marenchino (encargado de los traslados. Se retiró como comisario mayor. Nació el 18 de octubre de 1944 en Metileo): condenado a 8 años de cárcel por 5 hechos de privación ilegal de la libertad (1 de los cuales es doblemente agravado por su duración mayor a los 30 días) y por 3 casos de tormentos.

Otras investigaciones

El Tribunal Oral Federal de Santa Rosa, además de aplicar condenas de entre 8 y 20 años de prisión, pidió que sean investigados un grupo de médicos y policías retirados.

Los jueces pidieron, en la sentencia, que sean remitidos al Juzgado Federal de Santa Rosa el expediente para que sean investigados los médicos Máximo Pérez Onetto y Juan Héctor Savioli, Miguel Angel Gauna, Carmelo Carnovale, Oscar López y Humberto Riffaldi.

"En relación a las demás solicitudes de partes sobre otros atestiguantes en juicio, hágase saber que obran a su disposición para el caso de ser solicitadas copias de estilo para que evalúen y en su caso promuevan las denuncias que estimen corresponder", manifestó el TOF.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

El Círculo de Periodistas Deportivos de La Pampa sigue reconociendo a un acusado de delatar a pampeanos en la última dictadura militar.


En febrero de 2010 se conoció públicamente, a través de un documento oficial, que Feliciano Losada fue un delator de la última dictadura militar. Pese a esos datos, la agrupación de comunicadores informó en las últimas horas que continuará otorgando una llamada "distinción especial", el "Premio Internacional Feliciano Losada", a los más destacados deportistas pampeanos.

dictaduragrafitti

Losada figura en una lista de delatores que, en febrero de 2010, salió a la luz a través de la revista Veintitrés, en base a un informe del actual jefe de Inteligencia del Ejército, César Milani.

En ese documento se incluyen los nombres de 1.599 personas que se desempeñaron como agentes civiles de inteligencia en el Batallón 601 y 2.353 que cumplieron tareas en distintos destacamentos y secciones en diferentes lugares del país. El documento se complementa con una lista de 345 militares del 601.

El Batallón de Inteligencia 601 fue el "sistema nervioso" del terrorismo de Estado que conectó a las máximas autoridades con los centros de tortura y desaparición de personas, operados por personal de Inteligencia.

En total, hay 39 pampeanos en ese listado. Losada era concuñado de Luis Baraldini, ex jefe de la Policía de La Pampa y actualmente prófugo. En los ‘80, fue presidente del Círculo de Periodistas Deportivos Pampeanos, trabajó como no docente en la Universidad Nacional de La Pampa y también fue empleado en el extinto diario La Capital.

El listado completo de los que reportaban al 601 en La Pampa es el siguiente:

Ricardo Juan Bernatene (agente de reunión)
Zulma Graciela Bernatene (agente de reunión)
Raúl Alberto Capello (conductor)
Raúl Carrizo Córdoba (radio operador)
Luis Alberto Corliani (radio operador)
Roberto Luis Crespi (conductor)
Oreste Del Reguero (agente de seguridad)
Eduardo Enrique Duscher (agente de seguridad)
Julio Edgardo Ernst (agente de seguridad)
Jorge Daniel Etchelecu (radio operador)
Angel Atilio Fábrega (mecánico)
Carlos A. Fernández (conductor)
Jorge Omar García (dactílografo)
Juan Carlos García (agente de seguridad)
Juan E. González Fiol (agente de reunión)
Carlos Alberto Guerra (dactilógrafo)
Julio Ernesto Lernoud (teletipista)
Rubén Darío Literini (mozo)
Raúl Alberto López (radio operador)
Manuel Antonio Lorenzo (agente de reunión)
Feliciano Losada (agente de reunión)
María del Rosario Martínez (agente de reunión)
José Luis Mota (agente de seguridad)
Mario Javier Ponce (agente de reunión)
Rubén Alberto Roo (auxiliar de contaduría)
Juan Carlos Signorelli (mozo)
Juan Ignacio A. Silva (agente de seguridad)
Néstor Rubén Silva (agente de seguridad)
Osbaldo Soria (auxiliar de seguridad)
Nelson Ricardo Tissera (dactilógrafo)
Víctor Leonardo Torres (auxiliar de contaduría)
Carlos Alberto Tridente (agente de seguridad)
León Pedro Vica (agente de reunión)
Jorge Alberto Viñuela (agente de reunión)
Gerardo Adán Yañez (agente de reunión)
Hugo Walter Zalazar
Jorge A. Zaldarriaga (dactilógrafo)
Raúl Darío Zaldarriaga (agente de seguridad)
Jorge Luis Zimerman (auxiliar de registro y archivo)

La LADH pidió 25 años de prisión para los represores: "no existe posibilidad de obediencia debida"

La abogada de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre (LADH) pidió que los represores pampeanos sean condenados por genocidio. Reclamó "cárcel común y ordinaria". Solicitó una pena de 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo para Greppi, Constantino, Fiorucci, Aguilera, Cenizo, Reinhart, Yorio, Retha y Marenchino. También solicitó que se les quiten las jubilaciones, pensiones y haberes. Pidio la investigación de los imputados que aparecieron en el debate oral en la ampliatoria del juicio. Solicitaron la investigación de la colaboración civil. No se olvidaron de Iriart y pidieron la condena. Hicieron reserva de la apelación ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación. LO ESCUCHASTE EN VIVO POR RADIO LA TOSCA, 95.1 Mhz. AUDIO.

Descargar audio del pedido de la querella

La exposición del alegato de la querella unificada por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, la Asociación de Familiares y Víctimas (AFyV) y el Partido Comunista (PC), demandó más de dos horas y media.

Comenzó la abogada de la LADH y Luz y Fuerza La Pampa, Carina Salvay, prosiguieron Eduardo Fernández (AFyV), Franco Catalani (PC), para volver a Salvay, que se encargó de dar a conocer el pedido de 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo para todos los acusados.

En todos los casos se acusa a los represores de privación ilegal de la libertad agravada (amenazas y violencia), privación ilegal agravda doblemente (por la duración de más de 30 días), tormento doblemente agravado (por la condición de funcionario público y la persecución política de la víctima) y por allanamiento ilegal de la vivienda.

También reclamaron la ampliatoria del juicio a otros represores y la ampliatoria de la búsqueda de justicia en otros casos de víctimas del terrorismo de estado durante la última dictadura militar, que quedaron afuera de este proceso.

Solicitaron que los represores dejen de percibir ingresos estatales, ya sean salarios, pensiones o jubilaciones y pidieron que la investigación se amplíe a los “colaboradores civiles”.

Al finalizar el alegato, la querella reclamó un nuevo análisis del estado de salud de Fabio Iriart y pidieron, porque no comparten el criterio del Tribunal Oral Federal de Santa Rosa, la realización de un juicio por los delitos cometidos.

Salvay en su exposición dijo que ningún represeor puede argumentar "obediencia debida" y que "todos deben ser considerados autores responsables"

En la parte final, la querella solicitó para:

Greppi, 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo.

Constantino, 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo.

Fiorucci, 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo.

Aguilera, 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo.

Cenizo, 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo.

Reinhart, 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo.

Yorio, 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo.

Retha, 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo.

Marenchino, 25 años de prisión e inhabilitación absoluta y perpetua con cárcel común y de cumplimiento efectivo.

Carina Salvay también pidió la investigación de los médicos policiales Máximo Pérez Oneto y Juan Savioli por los delitos de lesa humanidad que se investigaron en el juicio.

Salvay representa a la organización con mayor experiencia en juicios contra represores, y reclamó una condena por “genocidio”, un delito internacional clasificado crímenes contra la humanidad. Se entiende por genocidio cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional.

“Además de pedir condena por los delitos largamente probados lo que ocurrió en el país fue un genocidio. No aumenta el monto de la pena sino para establecer que lo que pasó fue la destrucción de un grupo nacional como tal y ocurrió para reorganizar un país”, señalan desde la organización defensora de los DDHH.

Hoy se leen los alegatos de las querellas y después de dará lugar al fiscal y a las defensas. La audiencia comienzó a las 9 de la mañana y cada querella tiene 3 horas para fundamentar la acusación.

El juicio.

Desde el 2 de agosto se juzga a algunos de los represores uniformados que actuaron durante la última dictadura militar en La Pampa. La causa incluye a sólo 28 de las 270 personas que fueron blancos del terrorismo de estado. En La Pampa, durante la dictadura militar, hubo más de 270 detenidos, funcionaron seis Centros Clandestinos de Detención, 5 personas fueron ejecutadas en este territorio y 49 personas que nacieron en la provincia, permanecen hoy desaparecidas.

Apenas 28 casos del total de víctimas van a juicio oral desde el 2 de agosto. Se trata de los casos de:

1) ROBERTO OSCAR GIL

2) HERMES CARLOS ACCATOLI

3) HUGO AVELINO FERRARI

4) SANTIAGO GUILLERMO COVELLA

5) CARLOS OSVALDO ARAGONES

6) RAQUEL ANGELINA BARABASCHI

7) EBERTO ANGEL CUEVAS

8) CLEMENTE BEDIS

9) HECTOR MANUEL SOLECIO

10) JUSTO IVALOR ROMA

11) AVELINO CISNEROS

12) JULIAN FLORES

13) NICOLAS NAVARRO

14) RODOLFO DE DIEGO

15) DOLLY GIRARD de VILLAREAL

16) VICTOR ALDO POZO GRADOS

17) GULLERMO CUARTUCCI

18) GUSTAVO KONNING

19) GERARDO NANSEN

20) CARLOS SAMPRON

21) ANGEL ALVAREZ

22) SAMUEL BERTON

23) LUIS CARLINO

24) ANA MARIA MARTINEZ ROCA

25) ZELMIRA MIREYA EMILSE REGAZZOLI

26) NERY GRETA SANDERS de TRUCCHI

27) ZULEMA ARIZU

28) OLGA EDITH JUAREZ

Los acusados son

1. LUIS ENRIQUE BARALDINI (prófugo)

2. JUAN JOSE AMARANTE (fallecido)

3. OSCAR ALBERTO COBUTA (fallecido)

4. ROBERTO ESCALADA (fallecido)

5. FABIO CARLOS IRIART (excluido del juicio por el Tribunal por su estado de salud)

6. NESTOR GREPPI

7. ROBERTO ESTEBAN CONSTANTINO

8. ATHOS RETA

9. NESTOR BONIFACIO CENIZO

10. ROBERTO FIORUCCI

11. HUGO MARECNCHINO

12. OSCAR YORIO

13. OMAR AGUILERA

14. CARLOS ALBERTO REINHART.

Vera también: los hechos probados en la causa...

sábado, 30 de octubre de 2010

KIRCHNER DEJÓ UNA CRISIS POLÍTICA


¿ADÓNDE VA EL GOBIERNO DE CRISTINA?


Por: Manolo Romano

Detrás de las cínicas condolencias de sus acérrimos opositores e, incluso, de dirigentes del espectro del propio peronismo “amigo”, están en curso encarnizadas disputas de poder. Más allá del presente de conmoción y aparente “unidad nacional”, la súbita muerte de Néstor Kirchner abrió una crisis política que prepara mayores enfrentamientos y polarización entre los bandos capitalistas que disputan la escena nacional. De un lado, la burocracia sindical de la CGT que viene de recibir el repudio popular por el asesinato de Mariano Ferreyra, se postula para seguir siendo el principal sostén del gobierno de Cristina Kirchner, buscando, a cambio de ello, impunidad bajo su amparo. Del otro, el arco opositor que en el reciente coloquio de IDEA había reunido al establishment burgués debatiendo una salida a lo que ellos mismos denominaron un “fin de ciclo”, presionará para condicionar al gobierno con sus demandas orientadas por los empresarios de la soja y los grandes industriales de la AEA.

Apenas un par de horas después de la muerte de Kirchner, en el diario La Nación el analista Rosendo Fraga escribió, como vocero de ese establishment, una especie de ultimátum al gobierno que se encontraba en shock. Básicamente exigiendo la separación de la presidenta de Moyano, que en realidad significa, bajo ese nombre, la exigencia de ruptura con los sindicatos y el fin de toda concesión al movimiento obrero, así sea a sus sectores en blanco y sindicalizados. Ya veníamos viendo como la descomposición de esa alianza de gobierno provocada por los hechos de sangre en Avellaneda, intentaban ser aprovechados por las patronales y los medios opositores para minar las organizaciones sindicales, sin distinción y no sólo a los burócratas sindicales. No puede haber confusión: la derecha patronal y sus voceros mediáticos (como Mirta Legrand) atacan a los sindicatos en tanto representan, aunque distorsionadamente, intereses obreros. Los revolucionarios luchamos para recuperarlos como herramientas de lucha de clases y no hacemos causa común con el Grupo Clarín que utiliza la tercerización de masas de empleados y prohíben la organización de comisiones internas en sus plantas.

Ahora con la muerte de Néstor Kirchner -de la misma manera que lo hicieron luego de la derrota oficial de la 125 y, otra vez, después del triunfo opositor en las elecciones del 28 de junio- la oposición patronal presiona para que, en su debilidad, Cristina se avenga al consenso, “rodeándola de apoyo” para imponerle una agenda común parlamentaria con el peronismo federal y la UCR. Una primera respuesta gestual parece descartar esta variante de “unidad nacional”. La propuesta de Cobos de poner en marcha los preparativos para velar en el Congreso los restos del ex –presidente, fue respondida con la decisión oficial de hacerlo, por el contrario, en la Casa Rosada. Una disputa del “lugar del poder” que simboliza la polarización que viene.

No parece probable que se concrete el escenario que pretende la clase dominante, que desearía una abdicación de Cristina en pos de una candidatura presidencial de Scioli, y detrás alinear al peronismo federal, para disputar con la fórmula radical-socialista republicana de Alfonsín y Binner; es decir, entre dos fórmulas plenamente confiables en las elecciones del 2011.

Siendo así, ¿podrá Cristina darle continuidad al proyecto “kirchnerista sin Kirchner”?

La profundidad de la crisis política se debe, en primer lugar, al vacío que deja el hombre clave que -continuando la devaluación de Duhalde que hizo la “tarea sucia”- vino a comandar el “partido de la contención” a la irrupción de masas desatada en las jornadas revolucionarias de diciembre de 2001. Kirchner fue el armador, más que de un partido K, de una coalición inestable de gobierno, un líder que arbitraba entre “la gobernabilidad” que otorga el aparato del PJ, los gobernadores, intendentes del conurbano y los viejos dirigentes de la CGT, y los organismos de derechos humanos, artistas e intelectuales que le sumaban la atracción de sectores de centroizquierda. Aunque la pérdida del líder de esa coalición los vuelve a mostrar unidos, ese armado terminó de estallar con el reciente asesinato de las patotas comandadas por la Unión Ferroviaria. De fondo, se demuestra como una hipocresía la idea que Cristina Kirchner había trasmitido a la juventud K en el acto del Luna Park sobre la posibilidad de una convivencia “democrática” entre derecha e izquierda peronista que reparara el enfrentamiento de los 70. Por el brutal crimen de esa derecha peronista contra un militante trotskista, y por las promiscuas fotos en fiestas comunes entre los ministros y voceros de la centroizquierda K con los matones de la burocracia sindical. El intento oficial de remendar esa alianza en crisis, utilizando políticamente la muerte de Néstor Kirchner ante la que todos vuelven a unirse para “profundizar el modelo” y seguir su “legado” detrás de Cristina, no puede si no estar basada en un pacto de impunidad para los autores, sobre todo los intelectuales, de la emboscada y el asesinato de Mariano Ferreyra.

El gobierno de CFK se muestra endeble a pesar que la presidenta quede como la sucesora “natural” y, en cierta forma, beneficiada por la imagen, agrandada luego de su desaparición, de Néstor Kirchner. Sobre la base de la candidatura de Cristina 2011, la salida del kirchnerismo para “salvar el modelo” parece estar en manos de los gobernadores e intendentes peronistas, el otro poder real que venía en desbandada. La última mala noticia para el ex –presidente fue la decisión del gobernador oficialista Urtubey de Salta de adelantar las elecciones provinciales para despegar su suerte de la de su candidatura a presidente que, presumía, lo arrastraba a la derrota en su propio territorio. Asimismo, las tensiones que se vienen expresando entre los Kirchner, el gobernador Scioli y Moyano como jefe del PJ bonaerense, cada uno con su propio juego dentro de la alianza oficialista, acababan de tener nuevos capítulos. El día antes de la muerte del ex –presidente, Moyano no pudo obtener quórum en el Consejo Justicialista de Buenos Aires que preside, debido al vaciamiento de la reunión que le hicieron los intendentes del conurbano y los propios hombres de Néstor Kirchner. La muerte de quien arbitraba, ya sin mucho éxito, entre las distintas fracciones en disputa, va a imponer una renegociación entre ellos.

La “continuidad del proyecto” que muchos jurarán ante el féretro del ex -presidente, aunque se exprese detrás del intento de reelección de Cristina, estará ahora dominada por un peso cualitativamente mayor de los gobernadores “feudales” del interior y los intendentes derechistas, es decir, más condicionada por la voluntad del viejo aparato pejotista.

Como decimos en la declaración que sacamos a horas de la muerte de Kirchner (ver recuadro) todas las alternativas en que se dirime la crisis política de los de arriba son contrarias a los intereses de los trabajadores que deben organizar su propia salida independiente de todos los bandos capitalistas.


Fuente: pts.org.ar

ELOGIO DE MARIANO FERREYRA



Por Juan Dal Maso

La muerte de un militante revolucionario es la muerte de uno de los mejores hijos de los trabajadores y el pueblo. El militante revolucionario es el que sigue cuando los demás ya se cansaron, el que en vez de conformarse con lo que hay dice que hay que aprovechar para lograr más conquistas, el que siempre desconfía de la versión oficial y quiere estudiar críticamente las intepretaciones de la realidad. El militante revolucionario es el que nunca falta porque tiene que estudiar, en todo caso duerme menos y llega tan bien o mejor que los demás. El militante revolucionario es el que pone el cuerpo cuando los demás dudan o prefieren quedarse a un costado. El que hace su trabajo con obsesividad y se gana el respeto de sus compañeros. El que después de una larga jornada de trabajo utiliza el último aliento que le queda para organizar a los compañeros, para estudiar la historia del movimiento obrero o las ideas revolucionarias.

El militante revolucionario es el que eligió que su vida es importante pero más importante es si está orientada hacia objetivos grandes: la emancipación de la clase trabajadora y todos los oprimidos. El militante revolucionario es el que sabe que la vida tiene sentido si está puesta en función de algo infinito, que no es la divinidad de las religiones, sino la humanidad, con su incansable historia de opresión, miseria y sublevaciones. El militante revolucionario es el que sabe que no alza el puño por primera vez. Que hay innumerables generaciones de esclavos insurrectos que se alzaron antes y desde la historia reclaman que completemos la tarea que ellos no pudieron terminar. El militante revolucionario es el que sabe que no alcanza con ser izquierdista. Que para terminar con el capitalismo hace falta no sólo denunciar sus atrocidades, sino construir una organización revolucionaria que se proponga terminar con la explotación del hombre por el hombre de manera conciente y métodica.

El militante revolucionario es sobre todo, lo contrario de una figura mítica. Es una persona común, trabajador, estudiante, madre, hermana, que por motivos que no siempre se pueden racionalizar, simplemente no puede soportar la barbarie de la sociedad actual. No quiere ser un héroe, porque eso implica demasiado relieve individual, pero sabe que la lucha de clases puede ponerlo en el difícil lugar de los comportamientos heroicos. Lo único que desea no es el reconocimiento de los demás, sino pasar la prueba, no fallarle a sus compañeros. Estar a la altura de los que se la jugaron, de los que esperan que se la juegue ¡Suena tan modesto y tan difícil a la vez en un país donde la generación de los ’70 pasó por uno de los sistemas de terror y aniquilación más despiadados del Siglo XX!

Y sobre todo es algo tan desconocido por los indiviualistas, los que hacen su vida sin importarle lo que le pasa al de al lado, los que prefieren escalar en detrimento del bien común. Los que se burlan de los que luchan, porque es preferible ser un esclavo satisfecho, ingenuamente satisfecho con la propia condición de esclavo.

Lenin decía que este mundo es durísimo y muy cruel y muchas cosas deben ser destruidas por el hierro y por el fuego. En esa categoría entran sin duda, la burocracia asesina que segó la vida de Mariano Ferreyra, el gobierno que la sostiene y el sistema que defienden ambos. Los militantes trotskistas del PTS, estamos orgullosos de haber compartido la trinchera de lucha con Mariano Ferreyra, militante del Partido Obrero. Su nombre ha quedado inscripto para siempre en las banderas de lucha por la revolución socialista y la liberación de la clase obrera.

Fuente: pts.org.ar

lunes, 25 de octubre de 2010

Ese Hugo que tanto Kieren


Hugo Moyano fundó la filial marplatense de la CGT en 1972, cuando formaba parte de la Juventud Sindical Peronista y conducía el gremio de Camioneros de La Feliz. La JSP era la que proveía de "muchachos" (cualquier coincidencia con actuales sucesos es mera coincidencia) a organizaciones parapoliciales como la Concentración Nacional Universitaria (CNU), que cometía atentados y asesinatos de activistas y militantes de la izquierda, antes del golpe, ¡bajo un gobierno peronista!

El 30 de noviembre de 1974, al pie del monumento a San Martín (Luro y Mitre, Mar del Plata) se congregaron los jefes de las bases Naval y Aérea, la Unidad Regional IV de la Policía Bonaerensey de la delegación de la Policía Federal, los máximos dirigentes de la CGT Regional, de sindicatos y de organizaciones como la CNU, el Comando de Organización y la Juventud Sindical Peronista, para hacer un minuto de silencio y descubrir esta placa en homenaje a los militares y policías caídos en la lucha contra la subversión (ver foto)

A la CNU y su aliada, la Juventud Sindical Peronista liderada por ese entonces por Hugo Moyano, se le atribuyen los asesinatos de la decana de Humanidades de la Universidad de Mar del Plata y de otros militantes de izquierda. Muchos de los integrantes de estos grupos fueron asimilados por la Triple A, bajo las órdenes de José López Rega y algunos, incluso, formaron parte de los grupos de tareas que secuestraron, torturaron, asesinaron y desaparecieron durante la dictadura militar.

AD

Somos el trotskismo




Del blog Santiago y la trinchera, en respuesta a un post "Somos kirchneristas" de Artepolitica.

En un post de hoy de Artepolitica, El Escriba intenta polemizar contra el papismo de muchos blogueros, militantes y funcionarios K a la hora del balance frente a la muerte de Mariano: “Somos el kirchnerismo”, se llama, y lo pueden leer acá. En una invitación a la autocrítica El Escriba analiza el interior del kirchnerismo. Desde mi trinchera, no podía dejar pasar la oportunidad de aportar mi granito de arena a este interesante debate, que muchas veces he tenido con militantes peronistas, sobre todo de La Cámpora de Filosofía y Letras y de otras facultades.

Ante todo, señor o señora kircherista, sepa que si uno desde el vamos está dispuesto a levantar un rancho con ladrillos de bosta, después se tiene que bancar el olor. Es una estrategia política que no comparto para nada, porque hoy las consecuencias están enterradas en Avellaneda o aferradas a la vida en el Argerich con un balazo en la cabeza. Los últimos sucesos han traído una suerte de “crisis” en la militancia progre del gobierno. Pareciera que muchos se han desayunado hace dos días que la JSP y la CGT están mas cerca de las bandas fascistas de las tres A que de la “la juventud maravillosa” del Tío Campora. Como dice El Escriba, uno puede “tener un tío hijo de puta”, pero entonces no lo vas a invitar a comer todos los días a tu casa. Acá no estamos hablando de algún consejal medio gorila perdido en el conurbano, ni de algún dekano genuflexo que parasite la UBA o alguna de las universidades del interior sino de gente muy, muy amiga del poder. El aparato de la burocracia sindical no empezó a tirar tiros hace 2 días, ya lo dijo el amigo Octavio. Es algo que viene de largo, que viene siendo una parte fundamental de proyecto de país del Gobierno Nacional desde siempre. Frente al operativo ridículo de esquivar el bulto (Punto de Desequilibrio dixit) de esta problemática con la táctica miserable de culpar a Duhalde, a los gobiernos anteriores, al marxismo internacional que buscaba un mártir, a De Narváez y a Mirtha Legrand la retórica K no puede hacer otra cosa que caer en el ridículo. El año pasado en la multinacional norteamericana Kraft-Terrabusi hubo mas de 150 despedidos y la CGT recibió a la embajadora yanki con un asado. No estamos hablando de gente de bien que se fue al carajo en dos días, coincido con El Escriba cuando plantea la necesidad imperiosa del kirchnerismo de romper con estos sectores, totalmente ajenos a los trabajadores y las clases populares.

Pero realmente el kirchnerismo quiere romper con la burocracia? Realmente le importa?

Se suele decir que el hombre (y la mujer, claro) emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a los otros. Pues bien, ayer en Barracas se cayó una careta del tamaño del Luna Park que los K que no pudieron llenar. En la sangre derramada de un luchador de la izquierda se termina tu proyecto nacional y popular, joven K. Ahí lo tenes. Aca tenes a los criminales que mantienen bajo un regimen de terror a sus afiliados, que matonean, que reprimen, roban y matan. Que dejan por fuera de su orbita a las dos terceras partes de la población asalariada del país que no tiene ningún tipo de cobertura gremial ¿No fue tan escandaloso como esta muerte el hecho de que el lider de la CGT el año pasado se negara a frenar los miles de despidos que hubo en las automotrices, amparándose en una legislación menemista (que él dice enfrentar!) que versa que lo que allí pasaban no eran despidos, sino “vencimientos de contrato”? ¿Esa burocracia que separó al delegado Hernan Paddu del SMATA por defender a los contratados no es acaso un monumento a la bajeza humana? ¿Entonces qué encontramos de sorprendente en el hecho de que ahora salgan a matar? El kirchnerismo no le importan los trabajadores, ni le importarán jamas.

Los kirchernistas, o algunos de ellos, hacen bien en asumir su identidad politica cipaya y berreta. Hoy me sumo, y marco la cancha.

Nosotros somos el trotskismo. Somos los troskos, los marcianos con antenitas en platos voladores. Somos los que cada día de nuestras vidas conspiramos contra este sistema de explotación y miseria, desde abajo y muchas veces clandestinamente para que la burocracia no nos cague a trompadas y nos rajen a patadas de nuestros laburos. Los troskos tambien organizamos gran parte de los secundarios tomados de la capital contra Macri, les ganamos a los Dekanos en Filo y en Sociales. Somos la nueva Juventud Maravillosa, que está tirando abajo la pared que el gobierno intenta levantar en su flanco izquierdo. Somos Zanon, somos el Subte, somos Kraft, somos las internas combativas de todo el país, somos “la huelga salvaje”, el “método violento” y el sindicalismo de base. Somos parte de las mejores experiencias de nuestra clase, busque una huelga, kirchnerista, y nos va a encontrar en la primera linea, construyendo, conspirando contra sus aliados. Somos los trabajadores y estudiantes revolucionarios, somos el barro que los kirchneristas desprecian. Somos el juicio y castigo a TODOS los responsables del genocidio de la dictadura, juicio y castigo que no va a parar hasta llegar a las puertas de la CGT y agarrar a Moyano de los pelos para meterlo en cana por todo lo que mató y todo lo que se afanó. Felicito a los kirchneristas que se nieguen a abandonar el barco, nosotros tampoco nos vamos a ir a ningún lado.

Los troskos somos el futuro, la verdadera organización de los esclavos insurrectos de este sistema y por eso nos persiguen, nos reprimen y nos matan. No somos profetas ni aventureros, somos personitas como ustedes, solo que no podemos aceptar la miseria de lo posible. Sigan tirando. Porque esas balas, tarde o temprano, van a volver. Van a volver con la furia hermosa de los que nos negamos a vivir con los dientes apretados. Toda la bronca junta, cuando amanezca al final de esta larga noche.

viernes, 15 de octubre de 2010

OPERATIVO RESCATE EN CHILE


EL AGUANTE MINERO, EL REALITY SHOW BURGUÉS

Fecha: Jueves 14 de octubre de 2010

Por: Lucho Aguilar

Minutos antes de que Florencio Avalos Silva emergiera de las entrañas de la mina San José, las cadenas BBC, FOX y CNN levantaron su programación. Marcelo Tinelli interrumpió bailes y disputas. A partir de ese momento, 1000 millones de personas dejaron sus ojos clavados en los televisores que traían las imágenes desde Copiapó. La final del último Mundial ‘apenas’ había convocado a 750 millones de televidentes.

La escenografía, a esa altura, era conocida de memoria: la bandera de Chile y la sonrisa de campaña del presidente Sebastián Piñera. Durante horas hubo que soportar los diálogos - casi guionados - con su ministro Lawrence Golborne, ex gerente de la filial de la petrolera norteamericana Exxon Mobil.

Golborne era quien se había tenido que guardar sus palabras a principios de agosto, cuando con lágrimas de cocodrilo había sentenciado ante las cámaras que “las probabilidades de encontrarlos con vida son bajas”. No contaba con la pericia y el oficio de los mineros, que hacía días se las rebuscaban para sobrevivir, buscando escapes, racionando la comida y los medicamentos.

Manos y pantallas

Las manos de Piñera, cultivadas en el cheto barrio Las Condes, sostuvieron el mensaje de esperanza que recorrió el mundo: “estamos vivos en el refugio; los 33”. Lo habían escrito otras manos, curtidas, las de José Ojeda Vidal, conductor de maquinaria pesada. Mario Gómez también se las arregló para mandar la primera carta a las familias que hacían el aguante en el campamento, a pesar de haber perdido tres dedos con una carga de dinamita y sobrellevar una silicosis por trabajar en las minas desde los 12 años. Tiene 63.

Mil quinientos periodistas llegaron de todo el mundo para contar estas historias, y olvidar otras.

Desde que comenzó el operativo rescate, sólo en Chile murieron 8 mineros, en Los Pelambres, Collahuasi y 6 trabajadores en SQM tras una terrible explosión.

Tampoco los medios que llegaron desde Colombia dicen nada de la explosión que se llevó 70 mineros en Antioquia, hace pocas semanas. La CNN estadounidense olvida las 29 víctimas de la mina de Virginia, y Televisa de México a los enterrados en Pasta de Conchos. Mientras comenzaba a bajar la cápsula Fénix, otros 9 mineros morían en una explosión en el noreste de China.

En total suman 4000 mil los mineros muertos cada año. Enterrados en los socavones, envenenados por los gases tóxicos, despatarrados por las explosiones, los noticieros no dicen una palabra de ellos.

La burguesía y sus grandes cadenas televisivas se aprovechan del heroísmo de los mineros chilenos y la alegría del pueblo trabajador para montar un show mediático que oculta la otra parte de la historia.

Piquetas y billetes

La crisis capitalista acelera el saqueo de las multinacionales hasta lo más hondo de la tierra, allí donde los cerros “empiezan a llorar”, como dicen los mineros. Y más, como ahora que el cobre y el oro aumentan sus valores ante la debilidad del dólar.

“El salario del cobre”, había dicho Salvador Allende refiriendo el peso que tenía la minería en Chile. Pero al salario del cobre se lo quedan las empresas privadas, que sólo en el primer semestre tuvieron ganancias por US$ 4.700 millones, casi lo mismo que en todo el año anterior. Si en la época de la nacionalización, la participación de los obreros en la facturación era del 50 %, hoy es del 5 %.

Si 17 mil los trabajadores dependen de las empresas, otros 40 mil están subcontratados.

Es lo que pasaba en la San José. “Por más que el cerro crujiera, que avisara lo que venía, en la empresa la orden - según este minero - era siempre la misma: producción, producción, producción. Esta era la situación de los contratados, no la de los “contratistas” (los empleados tercerizados), que eran despedidos de inmediato si se negaban a trabajar en la zona más crítica” (Página 12).

Al rescate

Para la puesta en escena, Piñera llamó a toda la familia. “A metros de ahí, su hermano, cantante, se paseaba abrazado con el payaso Rolly. Esto no cayó muy bien en los familiares. ‘No sé a qué llegó el hermano del presidente, creerá que esto es un circo. Ninguno de los dos se quiere perder el show en que se ha trasformado esto”, dijo Jesica, cuñada de mineros” (Página 12).

En medio de rezos y frases hechas, de himnos repetidos hasta el cansancio y conferencias ‘bilingües’, Piñera buscó convertir la larga noche minera en el amanecer de un gobierno que ya cosechó varios reclamos populares. Por eso el ‘operativo rescate’ intentó tapar el reclamo de los presos mapuches en huelga de hambre, de los que siguen abandonados tras el terremoto, de millones de chilenos que siguen “bajo tierra”. Y convertirlo en emblema de una “unidad nacional” que esconde lo que le toca a explotados y explotadores en esta historia.

El protagonismo forzado de Piñera no puede ocultar que es parte de una clase social heredera de los asesinos de la masacre de Santa María de Iquique y los matadores de los cordones industriales, que televisa el rescate de 33 mineros para seguir enterrando al resto de la clase obrera.

sábado, 2 de octubre de 2010

Declaración política de la FT-CI



Ante el amotinamiento policial de Ecuador

por : FT-CI - Fracción Trotskista - Cuarta Internacional

Sábado 2 de octubre de 2010

Nos pronunciamos categóricamente contra la reaccionaria sublevación policial ocurrida en Ecuador ocurrida en el día de ayer, así como contra el “Estado de excepción” y la entrega del control del territorio nacional a las Fuerzas Armadas, dictada por el presidente Correa con el argumento de combatir lo que calificó como un intento golpista, pues esa medida sólo podría ir contra las necesidades de la movilización obrera y popular – única que podría enfrentar consecuentemente cualquier intentona reaccionaria-, y convertir al ejército en árbitro de una convulsionada situación política.

El movimiento fue detonado por el rechazo a la nueva legislación sobre el servicio público que recorta algunas prebendas de los uniformados (como los ingresos por bonos y condecoraciones) y se extendió nacionalmente a las guarniciones policiales de la capital y las principales ciudades. Si bien también había descontento en la oficialidad de las Fuerzas Armadas y altos jefes pidieron que esas medidas se dejaran sin efecto, sólo un pequeño sector de la fuerza Aérea en Quito y Latacunga parece haberse plegado.

El motín, de contenido claramente reaccionario, provocó una conmoción que sacudió al país, provocando la paralización de vuelos aéreos y cierre de bancos. Cuando el presidente Correa se dirigió a los policías para exigir que depusieran las medidas, fue abucheado, agredido y finalmente quedó cercado junto a su escolta en dependencias del hospital policial de Quito durante toda la jornada, generándose una aguda crisis política con repercusiones internacionales.

Finalmente, en horas de la noche, y luego de algunos enfrentamientos con varios muertos y numerosos heridos, el movimiento fue perdiendo fuerza y desarticulándose, mientras fuerzas que respondían al gobierno lo liberaban del cerco y Correa se trasladaba al palacio de Carondelet, desde donde habló en público condenando el movimiento y sus reclamos. Ya antes, el presidente había decretado el estado de excepción por una semana, haciendo cargo a las Fuerzas Armadas de la seguridad interior.

Algunos sectores de la oposición derechista, como el expresidente y Tte. Cnel.(r) Lucio Gutiérrez que parece tener influencia entre algunos uniformados, aprovecharon la situación para lanzar una ofensiva reclamando elecciones anticipadas. Sin embargo, parte importante de la oposición así como los sectores fundamentales de la clase dominante, no apoyaron o condenaron abiertamente el movimiento. Jaime Nebot, alcalde de la ciudad de Guayaquil y líder de un desprendimiento del derechista Partido Social Cristiano declaraba que “sigamos altivos, rebeldes, libres -y opositores también- pero jamás golpistas ni tolerantes con la delincuencia” y otros voceros de los medios empresariales y de prensa se pronunciaban en una línea similar.

Rápidamente los gobiernos latinoamericanos, la OEA, la UNASUR, el gobierno español y la Unión Europea, y el propio gobierno de Estados Unidos, salieron a condenar los acontecimientos agitando el fantasma del golpe de estado y respaldando de manera prácticamente unánime a Correa.

Es decir, a pesar de que Correa, los gobiernos latinoamericanos (desde Santos y Alan García a Chávez y Cristina), la mayor parte de la prensa y sectores de la izquierda reformista presentaron los hechos como un golpe de estado en marcha, no parece haberse tratado de una conspiración planificada y orquestada con acuerdo de las principales instituciones y el conjunto de los “factores de poder” burgueses y el imperialismo para imponer una salida “a la hondureña”, como fue el golpe que derrocó a Zelaya, sino más bien de una asonada policial detonada por reclamos corporativos en lo que se mezcla además, que en los últimos años la policía ecuatoriana, que es una institución profundamente reaccionaria y antipopular a la que Correa recurrió ampliamente para reprimir manifestaciones docentes, estudiantiles y de otros sectores de trabajadores y el pueblo, se ha venido fortaleciendo, atando lazos incluso con agencias imperialistas (por temas como el narcotráfico) y parece ahora haber pretendido hacer pesar ese poder. Claro que por tratarse de una institución de las fuerzas de seguridad, su movimiento abrió una situación de gran crisis de lo que trataron de sacar provecho algunos sectores opositores con una línea “destituyente”.

Lejos de estar en un momento de especial confrontación con el imperialismo y sus agentes más fieles en la región - como el gobierno colombiano y peruano-, el gobierno de Correa, a pesar de su discurso de “revolución ciudadana” y sus promesas de cambio al estilo populista, viene en un giro a la derecha, tanto en el plano externo, en el que viene intentando separarse de Chávez y tener una política conciliadora hacia Colombia (reconciliándose con el gobierno de Santos y colaborando con la custodia de sus fronteras en el cerco a las FARC), como en el plano interno, como se ve en el plan de ajuste que viene aplicando contra los trabajadores públicos, con las concesiones a las transnacionales mineras y petroleras, etc. Desde hace tiempo viene enfrentado con los maestros, agrupados en la Unión Nacional de Educadores con los estudiantes de la FEUE por la Ley de Educación Superior y con la central sindical, FUT. Así, sectores sindicales, campesinos e indígenas que lo habían apoyado, han ido tomando distancia o pasado a la oposición parcial o frontal a muchas de sus medidas.

Como parte de este curso, Rafael Correa ha venido endureciendo los rasgos bonapartizantes de su gobierno, lo que genera permanentes tensiones políticas y aún roces, con sus partidarios, así, la Ley de servicio Público fue consensuada en el Parlamento con sectores opositores pero terminó vetada por Correa a disgusto de legisladores de su propio Movimiento País.

Ahora, y como parte de una contraofensiva política, el gobierno está utilizando la amenaza de un golpe de Estado orquestado por la derecha para relegitimarse, justificar sus medidas y recuperar base social, en una situación en que viene habiendo enfrentamientos con sectores amplios de asalariados y estudiantes y desgaste de las expectativas populares en sus promesas.

Sin embargo, indudablemente se ha abierto una crisis política de gran magnitud que afecta al régimen y a instituciones centrales del Estado como es la propia Policía, y aún no están claras las derivaciones y consecuencias. En este marco, es necesario denunciar tanto la reaccionaria sublevación policial como el rol asignado a las FF.AA y el establecimiento del estado de excepción (que prevé el control militar de la seguridad pública, la suspensión de garantías civiles y permite cateos y llamamientos sin orden judicial), por cuanto van contra la necesidad del movimiento de masas de contar con las más amplias libertades de organización, discusión y movilización para enfrentar cualquier acometida reaccionaria, venga de donde venga, y al servicio de buscar una salida de “gobernabilidad” y estabilización, y pone a los militares –que se han desplegado en las calles de Quito, Guayaquil y otras ciudades-, en la situación de árbitros de la política nacional.

Distintas posibilidades políticas están abiertas. Es posible que Correa emerja de la crisis más debilitado, haciendo mayores concesiones a las Fuerzas Armadas y a la derecha. Pero tampoco puede descartarse que se haga más profunda la crisis política, o que termine imponiéndose una salida más bonapartista con el Ejército o se llegue al adelantamiento de elecciones.

Una parte de la izquierda ecuatoriana que apoya a Correa salió a denunciar el golpe, llamando a apoyar al presidente y su “revolución ciudadana”. Otros sectores, apoyaron el motín policial como si fuera una “lucha de trabajadores asalariados” en lugar de un movimiento de agentes de la represión de claro carácter político reaccionario. En ambos casos, se negaron a levantar una política independiente, de clase, para orientar al movimiento obrero, campesino, indígena y popular. Por su parte, los gobiernos del ALBA (del que es parte Ecuador), con el de Chávez a la cabeza, de Argentina y toda Latinoamérica, bajo la condena del supuesto golpe llamaron a apoyar a Correa y al régimen de la democracia ecuatoriana, pero en la reunión de UNASUR en Buenos Aires ni siquiera –salvo el representante de Paraguay- mencionaron el antecedente de Honduras, mostrando una vez más su impotencia y capitulaciones cuando realmente se dan acciones reaccionarias respaldadas por el imperialismo.

Las bases de una política obrera independiente parten de repudiar la reaccionaria sublevación policial, denunciar el estado de emergencia que le da poder a las fuerzas armadas, denunciar cualquier injerencia de OEA (que terminaron avalando y aceptando como un “hecho consumado” el golpe en honduras) y demás organismos internacionales y llamar a la movilización y autoorganización obrera y popular independiente para enfrentar cualquier intento bonapartista (es decir represivo y autoritario). Lejos de confiar en Correa y apoyar sus medidas, se trata de rechazar todo ataque al salario, a las condiciones laborales y toda restricción a las libertades democrática y el derecho de huelga, y unir a las demandas obreras las de los oprimidos y explotados del campo y la ciudad, contra la depredación minera y petrolera, por la tierra y el territorio y contra la injerencia imperialista, en una perspectiva independiente.

Fracción Trotskista - Cuarta Internacional

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Despenalización del aborto

La UNLP a favor de la despenalización del aborto


En una jornada pasada por agua, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata aprobó ayer una declaración a favor de la despenalización del aborto. Lo hizo con 51 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones.

En una jornada pasada por agua, el Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata aprob? ayer una declaraci?n a favor de la despenalizaci?n del aborto. Lo hizo con 51 votos a favor, 2 en contra y 3 abstenciones.

La declaración consensuada por los consejeros consta de tres puntos: primero, pronunciarse “a favor de un cambio en la legislación nacional en el sentido de la despenalización de la interrupción de embarazos”. Segundo, “a favor del derecho al aborto legal, seguro y gratuito en términos que establezca la ley”. Y tercero, “a favor de políticas de educación sexual y prevención de embarazos no deseados y declarar de interés los programas y campañas tendientes a garantizar el acceso universal a servicios de salud reproductiva de calidad que promueven la igualdad de género y social”.
Los miembros del órgano de cogobierno universitario adoptaron el sistema de votación nominal, propuesto por el decano de Medicina, Jorge Martínez, que fue uno de los dos consejeros que se expresó en contra de la despenalización.
Durante su alocución, el médico mencionó leyes y tratados internacionales para sostener su postura. Además, en torno a las estadísticas sobre la cantidad de mujeres que mueren por abortos clandestinos dijo que muchas “no son confiables”, incluidas algunas del sistema de salud.
El decano, en una encendida defensa por la vida humana desde la concepción, sorprendió a todo el recinto al sacar de su maletín un frasco con un pequeño embrión en su interior que exhibió ante los presentes. Luego, en el momento de la votación, aclaró estar de acuerdo sólo con el tercer punto de la declaración.
En sintonía con Martínez, el profesor de Humanidades Juan Nápoli no se inmutó para nada, a pesar de los abucheos y cánticos del estudiantado, y sostuvo su voto en contra de la despenalización del aborto y a favor del “derecho del niño por nacer”.
En tanto, las abstenciones fueron de tres consejeros de Ciencias Económicas. En representación de su facultad, el decano Martín López Armengol dijo que no estaban en condiciones de expedirse respecto al tema.
Entre las voces de apoyo a un cambio en la legislación nacional se escuchó al auxiliar docente de Derecho Ricardo Berenguer, que hizo hincapié en los casos de adolescentes violadas y de los bebés cuando se les diagnostica en el vientre materno graves defectos como la anencefalia. El abogado pidió que no quede en una simple declaración y que la UNLP aborde este tema desde la investigación y la extensión.
En la sesión de ayer también se votó la creación del Consejo Social, la certificación del Ciclo Básico Universitario, y el reglamento de funcionamiento del albergue universitario.

Jucio Subzona 14

La represión se desató por una monografía

La huida cinematográfica de Guillermo Quartucci del puesto caminero de Jacinto Arauz fue ayer el foco de atención en el juicio a nueve represores de la Subzona 14. Su "cabeza limpísima", según sus propias palabras, fue lo que permitió idear el escape -a pesar de estar esposado- y caminar seis noches hasta llegar a Bahía Blanca. Esa burla a las decenas de militares y policías que habían copado el pueblo, ese miércoles 14 de julio de 1976, fue respondida con picana eléctrica para el resto de sus compañeros del Instituto José Ingenieros y otros pobladores que habían sido detenidos.
Para Quartucci, que viajó especialmente desde México para testificar, aquella semana sería su última semana en Arauz porque le habían otorgado una beca para aprender lengua japonesa en una universidad azteca. Y a La Pampa llegó porque mientras estaba de viaje en Japón y otros países asiáticos, el interventor de la Universidad de Sur, con asiento en Bahía Blanca, Remus Tetu, lo dejó cesante junto a casi un centenar de docentes. El se ubicó "muy cerca del peronismo de izquierda", aunque sin militancia activa, y contó que estuvo el 20 de junio de 1973 en Ezeiza, en el regreso de Perón, y en la Plaza de Mayo el 1 de mayo de 1974, cuando el ex presidente trató de imberbes a esos sectores juveniles.
El contacto fue Carlos Samprón, el rector del colegio, a quien conocía de Bahía Blanca. De entrada, cuando dio una charla sobre ese viaje, notó "un clima raro, algunos padres no podían entender qué hacía ahí, y yo lo único que fui a buscar fue un empleo".
Con un recuerdo nítido de lo ocurrido hace 34 años, Quartucci contó que ese día l detuvieron en el instituto, donde vio "una camioneta oscura que en la puerta decía Gobernación de La Pampa". Enseguida lo vendaron y le ataron las manos con su propia bufanda. En la comisaría lo interrogaron. "Primero amablemente, con una voz casi amanerada; después parecía una fiera". Le preguntaron porqué estaba en Arauz si había viajado a Asia y si Cuba o "el comunismo internacional" le había pagado el viaje. También "si no era indecente" que viviera dos días a la semana con Samprón y su esposa.
En un momento, detalló, el interrogador empezó a "pasarme la entrepierna por el hombro" y lo amenazó con enviarlo a la prisión de Rawson o matarlo, según dijera o no la verdad. "Lo peor fue cuando sacó la pistola, me la pasó por la cabeza y gatilló. Por suerte, no tenía balas", expresó el testigo.
En el interrogatorio, los secuestradores apuntaron a Samprón como el presunto jefe de "una célula subversiva". Le preguntaron "quiénes estaban en la joda en Bahía Blanca" y porqué la profesora Estela Estévez usaba en clases "un libro del marxista Cortázar".
"En esa pesadilla yo tenía la cabeza clarísima, estaba alejada de mi cuerpo. Al cuerpo no lo sentía, por eso no sentí los golpes", remarcó.
Después el profesor en Letras fue trasladado al puesto caminero, donde compartió una habitación con Samprón, Angel Alvarez y el pastor Gerardo Nansen. Ya le habían cambiando la bufanda por esposas. Cuando pidió que le quitaran las vendas porque le ardían los ojos, escuchó de respuesta: "En unos minutos te las va a sacar San Pedro". "¿Nos van a matar?", preguntó Alvarez. "Claro, ahora aguántensela. Ya van a ver cuando venga el Gringo" (NdeR: según le comentó Samprón 28 años después, el Gringo era el imputado Roberto Fiorucci, presente en la sala).

Seis noches y siete kilos.
Quartucci continuó con su impecable declaración: "Pensé que nos fusilarían, que nos aplicarían la ley de fuga o dirían que morimos en un enfrentamiento. Por eso nos dejaron todas las pertenencias: llaves, dinero, anteojos, documentos y hasta un reloj. En ese momento fue cuando pensé en escaparme. Yo era muy flaco, pesaba 65 kilos, así que forcejeé un poco y me saqué la esposa de la mano izquierda fácilmente. Estos salvajes nos controlaban cada dos o tres minutos. Vi que había una puerta que daba a un pasillo y a una habitación, y supe que ese era el camino para irme".
"A las 21 decían que venía el Gringo. Era el momento -prosiguió-. Salté por una ventana y empecé a correr por el campo. Como vino una corriente de aire y se golpeó la puerta, pensé: 'soné, me chafaron'. Pero seguí. Aunque parecía descabellado, debía llegar a Bahía Blanca. Me guié por la Cruz del Sur y crucé la ruta 35 hacia el otro lado. Después continué caminando por la vía, que iba paralela a la ruta".
"El periplo duró seis noches -acotó-. Caminaba de noche, y no de día, para que no me vieran, hasta que llegué a Bahía Blanca el martes 20 a las dos de la mañana. La primera noche dormí en un silo. La segunda vi venir a dos vehículos reflectoreando mientras iba por un camino vecinal. Me tiré en una zanja y pasaron a un par de metros. Iban dos soldados. Después entré a un campo arado, hice un hueco, me metí y sólo dejé la cabeza afuera. Así estuve todo el día, sin comer ni beber. La tercera noche escuché una corriente de agua, era el arroyo Sauce Chico, pero no vi que había una barranca y me caí en él. Quedé empapado y hacía frío. Me dije que no me habían matado ellos, pero que iba a morir de una pulmonía".
Quartucci prosiguió: "Encontré una casa en un paraje. Había dos matrimonios. Les expliqué que me había caído al arroyo y me dieron ropa seca; pero enseguida tuve que devolvérselas. Me contaron que habían estado militares buscando a un prófugo y me prometieron que no dirían nada. Así que encontré una cueva y pasé la noche. A la mañana puse a secar la ropa, hasta que apareció un cazador con un niño. Me dijo que era de Bahía Blanca y le pregunté si podía llevarme, aunque me advirtió que el camino estaba lleno de policías y retenes. Se dio cuenta que no estaba haciendo senderismo..."
Al arribar a Bahía Blanca de madrugada fue a la casa de una pareja amiga. Pesaba siete kilos menos. Se bañó, se afeitó el bigote y durmió. Al otro día prefirió guarecerse en "una casita que había comprado con mi papá en el barrio Patagonia y que no tenía ni gas". Antes de eso, su padre -que falleció a los pocos años- había estado en Arauz preguntando por él. El comisario Miguel Gauna le informó que se había escapado, pero su familia pensó que estaba muerto. El papá llegó a entrevistarse, en Buenos Aires, con Ricardo Balbín, quien le prometió que si se entregaba no lo matarían.
A los pocos días, y pensando en la beca prometida en México, se animó y tomó un micro a Capital Federal, aunque evitó que fuera por la ruta 3. Allí lo recibió por un primo. "Tenía que conseguir la visa para ir a México, pero el consulado estaba rodeado de militares. Tenía un sobre con información de la universidad, así que un día entré y conseguí la documentación. Fui por Montevideo, Río de Janeiro y Guatemala".

Listas y monografía.
Aunque Quartucci no dio nombres de los represores porque estuvo vendado, sí le apuntó a los civiles que colaboraron con el operativo. "Me llamó la atención que todas las víctimas, excepto (el mecánico) Samuel Bertón, no fuéramos de Arauz. Hubo gente del pueblo que nos denunció y que confeccionó listas, porque los 'zurdos' habíamos alterado la tradición y las buenas costumbres. Yo accedí a informes de la Dirección de Inteligencia de Buenos Aires donde dos inspectores que habían estado en el instituto dijeron que tenía una tendencia marxista, que los docentes no iban con saco y corbata y que en los pupitres se escribían palabras soeces. También supe de una solicitud en blanco para entrar al servicio de inteligencia de la embajada de Argelia".
El testigo dio seis apellidos: "El que empezó con toda esta historia y la campaña de desprestigio fue Ricardo Rostán", un productor agropecuario que falleció y que era el padre del ex senador radical Néstor Rostán. También mencionó al "matrimonio entre Irma Rodríguez, que era la directora de la Escuela 33 (primaria), y Gregorio Matir. Ellos veían 'rojo' en todos los rincones del colegio". Ambos viven.
Quartucci citó además a un tal Goi, que sería Adelmo, ex juez de paz, al "farmaceútico (Omar) Munuce" y al "veterinario (Rubens) Garciandía". Los dos primeros están muertos. Incluso remarcó que "hubo un solo hecho que desencadenó esa locura. ¿Cuál? Que una profesora permitió que los alumnos hicieran una monografía sobre Manuel Negrín, un guerrillero del pueblo que militaba en el ERP y que fue abatido en el '75 en Tucumán. Eso había salido hasta en la revista Gente, y no creo que la revista haya hablado bien de Negrín".
Pero la historia del profesor en Letras no terminó allí. Estando en México consiguió una beca para un master en Japón que duraría tres años. Allí tuvo que renovar el pasaporte en mayo de 1980, pero el cónsul ("creo que era de apellido Molina, porque en Cancillería hasta hoy no pude saber su nombre") no se lo dio y le ordenó que debía regresar a la Argentina. Incluso fue denunciado en la Cancillería nipona. Ese año el embajador argentino era un marino que había bombardeado la Plaza de Mayo en 1955.
Si Quartucci zafó de la extradición fue porque el embajador mexicano lo protegió. Dos hombres de seguridad lo llevaron al aeropuerto quince minutos antes de la partida, lo dejaron en su asiento y se fueron. "Creo que el valor de mi fuga estuvo dado porque salvé a mis compañeros. No los mataron porque yo era un testigo. Y en esos días en la casita del barrio Patagonia escribí esta historia. Dejé una copia en el cielorraso y otra se la di a mi madre", concluyó el hombre de la fuga hollywoodiana.

El testigo número 100
Raúl Delbés, ex profesor de educación física del colegio, fue ayer el testigo número 100 del juicio de la Subzona 14. Fue interrogado por alguien "con una voz tan fuerte que daba miedo" y le revisaron "hasta los taparrollos" de su casa. El día del copamiento de Arauz vio al prófugo ex jefe de la Policía, Luis Baraldini. También contó que la relación de amistad con los alumnos cambió desde ese día.
Otro que testificó fue Jorge Quartucci, hermano de Guillermo. Dijo que, en Bahía Blanca, la policía bonaerense requisó la vivienda de sus padres y luego la suya. "Entraron cinco personas de civil y encapuchadas, me apuntaron con fusiles, y revolvieron todo. Hasta me robaron cinco kilos de salamines y cinco linternas".
Estela Estévez fue otra de las docentes secuestrada en el instituto. Estuvo encapuchada desde la media mañana hasta la noche. La interrogaron acerca de Samprón y los "contenidos peligrosos" que daba en literatura. Ella tenía 21 años, y luego estuvo diez años sin poder conseguir empleo.

Crítica a Favaloro
Quartucci, en su extenso relato, criticó con dureza al médico René Favaloro. "En el pueblo lo tenían por los aires, pero colaboró con la dictadura; en cambio a nosotros nos persiguieron. Con leer el libro 'Memorias de un médico rural' puede verse que estaba de acuerdo con la política genocida y contra los ataques al ser nacional", expresó el testigo. Y aclaró: "Pero en Arauz también había gente extraordinaria".

martes, 28 de septiembre de 2010

Juicio Subzona 14

Quartucci contó su fuga de leyenda de Arauz: "Caminé seis días"
Martes, 28 de Septiembre de 2010 09:51

Guillermo Quartucci, el profesor que protagonizó una fuga de leyenda en 1976 del puesto caminero de Jacinto Arauz, declaró durante dos horas frente al Tribunal Oral Federal de Santa Rosa. "La gente del pueblo fue la que armó la lista", dijo. Y mencionó, entre otros, a Ricardo Rostán, Irma Rodríguez y Gregorio Martín.

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Fue el único secuestrado que logró fugarse de La Pampa, al menos durante la dictadura militar. Estuvo caminando seis días hasta llegar a Bahía Blanca y finalmente exiliarse en México.

El miércoles 14 de julio, apenas comenzada la fría mañana, se produjo el operativo conjunto entre el Ejército, la policía provincial y la Federal en el pueblo. Unos doscientos uniformados lo rodearon, se dirigieron al Instituto José Ingenieros para detener a los "sospechosos" acusados de haber violado la Ley 20.840 sobre actos de subversión y allanaron las viviendas de más de diez docentes y alumnos.

El rector Carlos Samprón y los docentes Guillermo Quartucci, Angel Alvarez y Víctor Pozo Grados fueron detenidos mientras daban clase.
Varios soldados ingresaron con armas a las aulas y los esposaron delante de los alumnos. Los subieron a un vehículo, les vendaron los ojos y los trasladaron primero a la comisaría y luego, durante esa misma mañana, al puesto caminero, ubicado a unos mil metros de la entrada del pueblo, sobre la ruta 35.

En el puesto caminero los prisioneros fueron reducidos e interrogados, algunos con aplicación de picana, como Carlos Samprón, Angel Alvarez, Víctor Pozo Grados y el mecánico Samuel Bertón. En ese lugar, mientras los detenidos ilegales esperaban atados y encapuchados por el "interrogatorio", Quartucci alcanzó a escapar.

Según el libro "El Informe 14", de Quartucci los militares indicaban que había logrado escapar mientras se encontraba "esposado, lo que demuestra su peligrosidad y habilidad", se lo tildaba de "elemento de izquierda" y se hacía un curioso perfil sobre su actividad: "Viaja desde Bahía Blanca lo que demanda un gasto 70 al 80 por ciento de lo que percibe mensualmente en el instituto, debiendo además abonar una pensión en Arauz por los días que permanece dictando sus cátedras, estas circunstancias llaman poderosamente la atención por cuanto se deduce que no obtiene ningún beneficio económico por el dictado de sus clases lo que da la pauta que esta actividad es un escudo de ocultamiento de los verdaderos fines que persigue".

Quartucci estudió Letras en la Universidad del Sur en Bahía Blanca. Egresó en el '68 y en 1975 estuvo en Japón invitado por la Universidad de Tokio. Cuando regresó se encontró cesanteado por la intervención del fascista Remus Tetu.

Surgió entonces la posibilidad de irse a México para un posgrado en estudios japoneses con una beca de tres años a partir de septiembre del '76. Mientras esperaba, le ofrecieron, en marzo, dar clases en el Instituto de Jacinto Arauz hasta julio. El director era Carlos Samprón, a quien conocía de un colegio secundario bahiense.
Quartucci viajaba desde Bahía Blanca entre miércoles y viernes, para no gastar en una pensión el magro sueldo que recibía y se quedaba en la casa de los Samprón. Pero el 14 de julio del '76 un operativo copó el pueblo y los militares detuvieron a docentes del Instituto José Ingenieros.

Ese miércoles, Quartucci llegó al pueblo en un ómnibus para dar su primera clase del día y se enteró que habían llegado militares. A las 11 entró al aula del tercer año y apenas comenzó la clase entraron dos soldados con armas largas que lo sacaron a los empujones. En el pasillo lo pusieron contra la pared y lo palparon de armas.
Luego lo llevaron a un vehículo con la inscripción Gobernación de La Pampa en la puerta. Allí, un uniformado le sacó los anteojos, los guardó en el bolsillo del gamulán, le colocó una venda de toalla en los ojos y le ató las manos por detrás con la bufanda.

Fue trasladado hasta la comisaría y recluido en una habitación. Luego entró una persona que lo empezó a interrogar. Fue golpeado y hasta le pasó una pistola por su cara. Le interesaba su actuación en la UNS y de su relación con Samprón.

El docente no habló y lo llevaron a otra habitación. Allí hubo otro interrogatorio, pero sin violencia. "Después, me dijeron que tenía que firmar mi declaración de varias hojas a máquina, para lo cual me sacaron la venda. Plagada de falsos dichos, estaba obviamente diseñada para incriminarme como ‘subversivo' y ‘comunista'".

Lo volvieron a vendar y lo metieron en un calabozo. Nunca le requisaron el dinero, ni la documentación, ni el manojo de llaves que tenía en el bolsillo del pantalón, ni el manojo de llaves que tenía en el bolsillo del pantalón, ni el reloj.

-"Yo trabajaba en la UNS.En marzo de 1975 tenía una invitación para hacer un viaje a Japón, con una colega. Nos fuimos y cuando regreso, me encuentro con que no tengo trabajo. Estuve dando clases particulares en mi casa, porque no tenía trabajo. Y en marzo de 1976, me llama una compañera y me dice que había recibido una llamada de Carlos Samprón para dar clase en el Instituto de Arauz".

-"Viajo a Jacinto Arauz para arrreglar con Samprón. Y me dice que las horas habían sido ocupadas. Pero las horas de Historia, no".

-"Entre otras actividad, al llegar, hice una presentación sobre mi viaje a Japón. Fue todo el pueblo".

-"Yo notaba que había un clima raro, antes del operativo. Había desconfianza".

-"Era mi última semana en Arauz. Yo iba a despedirme... Yo llegué el miércoles en colectivo. Voy caminando y había un trabajador del ferrocarril que me dice que habían llegado policías y militares que se habían llevado preso al rector y varios profesores".

-"Pasé por la casa de unas personas con las que había entablado una relación amistado. La casa de Malán".

-"Yo igual fui al colegio. Me detuvieron cuando estaba con los alumnos".

-"Me empezaron a interrogar en la comisaría. Por ejemplo, me empiezan a preguntar quién me había pagado el viaje a Japón. Si había sido Cuba o el Comunismo Internacional o quién".

-"Me preguntaban quién era la mujer que aparecía en unas diapiositivas. Era una colega, una compañera de viaje".

-"También empezaron a interrogarme sobre la realidad local. Me di cuenta de que había habido una información de un sector del pueblo. Me preguntaban por qué vivía con Samprón, su esposa y su pequeño hijo. Había una connotación de tipo sexual y de promiscuidad, en base a chismografía de pueblo".

-"´'Vas a tener que decir la verdad porque vas a recibir Rawson o te va a costar la vida', me decía. Incluso me frotaba sus zonas íntimas, como diciendo te vamos a violar. Lo peor fue cuando me pasa una pistola por la cabeza y la gatilla. No tenía balas".

-"Cuando estoy detenido, un niño se acerca hacia mi. Y la señora Arellano dice: 'Viste que quieto está. Parece una estatua'. Efectivamente estaba así".

-"Reconocí voces. De Pozo Grados y de Angel Alvarez. Me di cuenta de que estábamos siendo rotados para ser interrogados".

-"Al rato viene alguien y me toma del brazo y me lleva a la celda. Me cambia la bufanda por esposas, con las manos hacia atrás".

-"Durante estos procedimientos nunca me sacaron las pertenencias. Las llaves, los documentos, los lentes y el dinero".

-"Unas cinco horas después de ser detenido, pido ir al baño. Regreso a la celda y me sacan de la comisaría".

-"'Con este son cuatro', dice uno, cuando me suben a un vehículo. Cuando empieza a andar este vehículo... Marchó durante mucho tiempo. En un momento le pido al chofer si no podía sacarme la venda porque me picaban los ojos. El chofer me dice que no era necesario, que me la iba a sacar San Pedro".

-"Nos bajaron y nos metieron en una habitación cuadrada. Se oían voces de una habitación contigua. 'Ahora cuando venga el Gringo van a saber lo que es esto', decían. Pensé que nos iban a fusilar. Que nos iban a aplicar la Ley de Fuga".

-"En ese momento empecé a forcejear y logré sacar la mano izquierda de las esposas".

-"Los salvajes se asomaban cada dos o tres minutos e insistían con que iba a llegar al Gringo a fusilarnos".

-"Me corrí la venda. Nosotros estábamos en penumbra. Ahí vi quiénes estábamos".

-"Yo sabía que si no me encontraban a mi, no iban a fusilar a mis compañeros".

-"Abrí la puerta, fui a una ventana y se produce un. Abri la ventana, salté al campo y salí corriendo, corriendo, corriendo, hasta perderme".

-"Vi que a mi derecha pasaban luces de automóviles. Dije que podría ser la ruta 35. Vi luces de un pueblo. Había muchas estrellas. Vi la Cruz del Sur y me dije voy a llegar a Bahía Blanca".

-"Cuando iba por el costado de las vías, me saqué las esposas de la otra mano, la derecha".

-"Caminé seis noches seguidas. Llegué a la madrugada del 20".

-"Caminaba de noche. De día me podían ubicar".

-"Decidí salir de las vías; tomé un camino vecinal".

-"En una noche, vi dos vehículos. Uno con un reflector. Me estaban buscando. Me eché en la zanja y pasaron por mi lado, a dos metros. Vi que eran soldados".

-"La tercera noche oigo una corriente de agua. Cuando me acerco, no me di cuenta que había una barranca y me mojé todo. Pensé que me iba a morir de frío. Camino hacia la ruta y vi un caserío. Había dos matrimonios, festejando alguna cosa. Abrieron la puerta y quedaron impactados por lo que veían. Se quedaron así. Y les digo si no me podían ayudar porque me había caído al arroyo. Me dieron ropa seca y cuando estaba terminando de vestirme me dicen que lo lamentaban mucho pero que le iba a tener que devolver la ropa. Me dijeron que en el día de ayer habían estado militares buscando un prófugo. Y que si me veían con sus ropas podrían comprometerlos. Entonces me tuve que volver a ponerme la ropa mojada".

-"Cuando llego a Bahía Blanca por la ruta de la circunvalación, llego hasta un arroyo, donde está el club de golf. A mi casa no podia ir porque estaría vigilada. Tampoco a la de mi hermana y de amigos con los que estaba muy relacionado".

-"Hasta que me acordé de una pareja de amigos, que no tenían ninguna relación con la UNS. Ellos pueden ser personas más a menos seguras, me dije".

-"Toqué la puerta, me abrazan y me hacen pasar. Me bañé, me afeité el bigote y me corté el pelo. Luego me dormí".

-"Decidimos que me iba a ir a una casa chiquita, que mi papá y yo acabábamos de comprar en el barrio Patagonia".

-"Me fui en colectivo a Buenos Aires, para salir a México, donde me esperaba la beca. Necesitaba una visa para salir. El consulado estaba vallado".

-"Decidimos que yo tenía que llevar esa carta de invitación de la universidad mexicana. Me hicieron pasar y logré sacar la visa de México".

-"Primero me fui a Montevideo, de allí a Río (de Janeiro), Guatemala y finalmente México. Ahí estuve tres años haciendo este master".

-"No logré identificar a los que me llevaron detenido. Sí que el vehículo decía Gobernación de La Pampa. El uniforme era medio verde y marrón".

-"Oí las voces del que me interrogaba y vi a la persona que me pidió firmar mi declaración y el que, también me pidió disculpas".

-"Las preguntas que me hacían provenían de información que recibían de gente de pueblo. Gente del pueblo que confeccionaron listas y con esas listas nos llegaron a detener. Todos los detenidos, a excepción de Samuel Bertón, eramos de afuera".

-"Se quejaban del desaliño de profesores y alumnos, que habían en los pupitres escrituras soeces y que en la cátedra de Literatura había enseñanza de escritores marxistas".

-"Yo pensé que mi fuga no había sido en vano. Tanto me amenazaron de muerte que yo lo creí. Si no los habían mataro, era porque yo estaba de testigo. Yo escribí mi historia y lo dejé guardado por si me pasaba algo".

-"Un alumno me escribió en los '80. Unos diez o doce años después del procedimiento. Pero no habló del procedimiento, sino de cómo podía ingresar a México para estudiar".

-"Solamente pude hablar de esto con Samprón. Hacía 28 años que habíamos cortado la relación. El meollo de esta cuestión era Samprón, porque era brillante y había dinamizado a la escuela. El pueblo, sin embargo, pedía que se quedaran quietos y obedecieran. Samprón quería crear alumnos críticos, pero de ninguna manera lo hacía en forma política".

-"Hay un matirmonio de Jacinto Arauz, Irma Rodríguez, madre de uno de los alumnos y directora de la Escuela 33, que nos denunció. Ella y su esposo Gregorio Martín. Ellos eran los que estaban confabulándose y viendo 'rojos' en toda la escuela".

-"Hubo otros padres que nos denunciaron, como el farmacéutico Munuce, un veterinario de apellido García... y Ricardo Rostán. Este fue el que empezó con esta campaña de desprestigio para la gente que venía de afuera".

-"Samprón me dijo que 'El Gringo´ era Fiourucci. Fue el que los torturó".

-"Todo empezó porque una profesora hizo hacer una monografía, Manuel Negrín, un guerrillero que había sido muerto en el norte del país".